Artistas:
Cécile Bois, Bea Orzanco Severiano, Manny Mellizo Guazo
Badia viene de un país lejano, un país de desierto y sequedad. En su país es una bruja de la lluvia. Nos viene a contar historias de agua: el té que cura las emociones, el agua que se transforma en oro, y su largo viahe en el desiero en busca del pájaro de la lluvia.
Este espectáculo es el resultado de una mezcla de pequeñas historias, entrelazadas como si fueran una, alrededor de la temática del agua. Las aventuras de Badia realzan tanto las virtudas del agua como los valores humanos de generosidad, voluntad y libertad.
Propuesta artística
La idea es transmitir tanto las historias como los valores vinculados, a través de tres artes: la narración, la música y la danza. A veces contamos una historia con palabras, a veces con música, a veces con danza y a veces entrelazándolos.
Hemos querido crear un viaje sensorial para los niños, para que experimenten sensorialmente la belleza del sonido del agua, la dureza de la travesía del desierto, y la alegría de llamar con nosotros la lluvia.
Puesta en escena
El espectáculo se compone de tres artistas: 2 músicos y una narradora-bailarina. La música y el canto acompañan la danza y el cuento o creen sus propios universos con instrumentos variados: viola, darbuka, flauta, ukulele, panderos, cascabeles, carillón.
Las danzas crean también sus propias historias: un ritual de la lluvia, un viaje en el desierto, una danza de serpientes con marionetas.
El cuento nos transporta en el mundo de la narradora y los músicos, ellos mismos, personajes de la obra. Una tela grande para simbolizar su casa, y una cabaña verde para el oasis, constituyen los elementos de la escenografía.
La escenografía deja espacio a la danza. Hemos simbolizado un espacio de casa con una larga tela donde tocan los músicos, y un espacio de oasis donde desaparece la bailarina para dejar espacio a los animales del oasis.